La idea más lúcida que se baraja es la formación de entornos comunales controlados y regulados por democracias participativas formadas en dichos ámbitos. Y "organismos continentales que fiscalicen el tráfico financiero y las rentas del capital". El Estado entendido como hasta ahora es un foco de injusticia y corrupción. El modelo político basado en partidos nacionales es obsoleto.
Sigo teniendo esperanza en el ser humano y su necesidad altruista. Pero la Historia habla.
Lo que está claro es que en el mejor de los casos nuestro campo de acción se reduce a los seres queridos, allegados y amigos de estos, compañeros de trabajo y personas involucradas en nuestra vida cotidiana. Por mucho que queramos las fuerzas no alcanzan para organizar un mundo tan basto. Es necesario ser practic@s a la par de idealistas.
Las personas con demasiado poder no están a salvo de torcerse o de ser desviadas del interés general (yo por lo menos me considero humano y corruptible: "todos llevamos un pequeño capitalista dentro"). Lo máximo sería la responsabilidad que implica un entorno comunal (como siempre ha sido y funcionado en la agricultura hasta que los intereses especulativos desmantelaron el sistema por avaricia), donde las decisiones que afectan al entorno cercano —económico y social— sean dirimidas democráticamente. Los comunales gestionarían su recursos y su Estado de Bienestar: pensiones, educación, sanidad, Etc.
En cuanto al control financiero y de capital mediante organismos continentales, estos serían elegidos por referéndum. Como ahora se hace con los Estados nacionales. Una serie de profesionales y gestores avalados por su trayectoria y su ética demostrada. Listas abiertas de trabajadores encargados de mantener el Sistema de Comunidades.
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