miércoles, 19 de septiembre de 2012

Plagios

Vamos al debate again...Un comentario en una noticia de plagio… me parece interesante:

«Yo sigo discrepando de ustedes. No creo en la propiedad intelectual, ya que creo que la intelectualidad es un constructo en común. Un constructo que no se puede acotar. Si leeis por ejemplo "la evolución de la tecnología" de G. Basalla Ed. Crítica, los inventos muchas veces dependen de qué se considere invento o de qué se considere avance. La totalidad de ellos son pequeñas modificaciones de otros anteriores a partir de recombinarlos con otras influencias.

Como creo imposible hacer una acotación real y justa de donde empieza MI creación y de donde está la de OTRO(S) no puedo considerar la propiedad intelectual más que como una apropiación indebida del devenir cultural.
 

Yo creo cosas, pinto, hago animaciones, ... y no espero que nadie me venga a pedir explicaciones por ello, simplemente que se cite (y tampoco lo tengo muy claro). El conocimiento evoluciona porque se pone en contacto con otro conocimiento.

Por poner ejemplos absurdos en las facultades ya se está dando que hay teorías que no pueden enseñarse debido a que alguien es propietario de ellas y prohibe su enseñanza por otras personas. Son teorías o metodologías a las que tarde o temprano otra persona habría llegado igual. Entonces porque se puede prohibir su difusión?

Yo cobro por mi trabajo, mis ideas no son más que la relación que ocupo en el mundo. Una persona que ha nacido en un lugar donde no llegan ideas y donde no puede hacer ningún esfuerzo por llegar a ellas, lo tendrá muy difícil para ser el AUTOR INTELECTUAL de algo. En cambio nosotros que vivimos en era de internet pués lo tenemos más fácil. Quiere decir eso que tenemos derecho a aprovecharnos de ello en nuestro favor? »

 

En otra comunidad publico el comentario para debatirlo y digo:
 

En lo único que sigo debatiéndome es en el paso de permitir que alguien haga dinero de una copia derivada:
¿Es el esfuerzo de variar mínimamente una obra ajena suficiente para sacar un beneficio (muchas veces a base de abuso de poder) que quizá el primer autor de la cadena no recibirá nunca?
Si alguien se basa en una "idea" "mía" para comenzar un proyecto pero proveniente de su punto de vista personal, que nazca de un "nuevo" enfoque a base de esfuerzo propio y actual; me parece lícito que surja un beneficio que sea aprovechado por el "nuevo" autor.
Otra cosa es, por ejemplo, que se de buena tinta que ocurre; que alguien coja una letra tuya LE CAMBIE UNA PALABRITA y la registre a su nombre y se haga con un beneficio no merecido...
 

Me contestan:
#1 Javier Cabañas el ejemplo de la modificación de una palabra no sería una obra derivada en realidad. Hay ciertos criterios que una obra debe tener para ser considerada derivada, y si no los cumple podría ser una infracción de copyright, aka plagio según comentas. No obstante no sé si sé responder a tus dudas, yo permito uso comercial incluso en mis propias obras literales. Cada uno debe estar muy convencido de lo que elije y asumir las consecuencias. Yo creo que es bueno lo que yo he elegido para mí, pero no puedo estar seguro de que mi caso se pueda aplicar a otros casos...
 

Un segundo me dice:
#2 Yo tengo claro este tema. Lo que pasa es que Salieri no tenía la misma capacidad de contribuir a ese devenir cultural como lo tenía Mozart. Debemos encontrar la forma de compensar esa contribución al devenir.

Yo respeto que haya gente que piense que el hecho creativo no sea así. Pero independientemente de que se considere "creador" como Dios o "evolutivo" como los humanos, debemos propiciar un marco que permita percibir una compensación económica por su trabajo, evitando, en la medida de lo posible, intermediarios ladrones, gansters y chupasangres.
 

Replico al segundo:
Entiendo lo que dices, pero creo que es muy subjetivo asegurar que Mozart aportó más que Salieri… No sabemos casi nada de sus circunstancias personales, el ambiente real donde se criaron, las imposiciones de los "mercados" de su época, los obstáculos que tuvieron que sortear.

El gusto personal de los consumidores de aquel tiempo y los que les precedieron no debería ser un indicativo de lo que alguien reciba por su trabajo: Te aseguro que dentro de cien años se recordará más a Bisbal que a much@s desconocid@s, que quizá estén supuestamente"contribuyendo" más al acervo cultural.
Esto es extensible a todo ámbito creativo y a toda época pasada o futura-

Lo que sí tengo claro es que a los intermediarios ladrones, gansters y chupasangres se les reconoce por cómo huelen… a esos ni agua ;.)
 

El segundo me contesta a su vez:
#2 Te ha traicionado tu prejuicio ;-) Yo he dicho que Salieri no tenía la misma capacidad que Mozart, sin concretar quien tuvo más. No tienes ni idea de cual de los dos me gusta más. Pero lo que es indiscutible es que "no tenían la misma" ya que nadie tiene "la misma". Salieri, por ejemplo, ganó mucho más dinero con su música que Mozart en su momento. Hoy, sin embargo, la música de Mozart genera mucho más dinero que la de Salieri.

Lo importante es que debemos propiciar un marco que permita percibir una compensación económica por su trabajo, evitando, en la medida de lo posible, intermediarios ladrones, gansters y chupasangres... seas Salieri o Mozart, que de todo tiene que haber en la viña del señor :-)

 

Sigo el razonamiento del segundo y lo comento:
Qué fino hilas Jajaja ...por los pelos. No hablaba de tus gustos. Sí de lo que das a entender con aportar. Da igual, de todas maneras sigue siendo subjetivo ... Aunque sigo suscribiendo que hay que crear un marco en el que el trabajo se remunere justamente. Sin considereraciones que la especulación aproveche para marcar diferencias injustas
 

...Además ¿Quién es el valiente que puede asuegurar ex cátedra que el invento del tornillo aporta más o menos que el descubrimiento de la física cuántica?:
Me parece que hoy en día no sería fácil vivir sin tornillos, en cambio, ¿podemos prescindir del desarrollo cuántico? Quizá dentro de unos años ya no, por lo necesaro que es para encontrar energías alternativas, por ejemplo. Pero ahora, denme tornillos que con las partículas subatómicas no puedo montar mis muebles de IKEA... ;)

O, ¿quíen aportó más al arte el inventor del pincel o el del cubismo...?

Me parece que el real problema es que SEGUIMOS PENSANDO EN DINERO. La honestidad que supone hacer las cosas por vocación, ilusión y sana curiosidad, ganas de aprender, sigue bregando po rencontrar cabida en esta sociedad del" bienestar"... Que le propongan a más de uno que trabaje por un sueldo comedido y se dedique a descubrir, inventar o crear; aportar de lo suyo "por amor al arte y a la ciencia", si no es a cambio de fama o dinero.

En fin, que hay mucha prepotencia, mucha soberbia. No sé, si el gran conjunto de los"ciudadanos de bien" necesitan más a los poceros (sin estudios) para que limpien su mierda, o a los médicos de cabecera que han estudiado diez años para alcanzar un puesto fantásticamente pagado donde dedicarse a recetar aspirinas y a firmar bajas dudosas a discreción (menos mal que no son todos así).
 

El primer tertuliano vuelve a intervenir:
#1 De hecho todo suma, al menos eso creo yo, y sólo es posible llegar a realizar experimentos de física cuántica si existen antes tornillos, de igual manera que cuando una reina pidió a sus científicos, hace doscientos o trescientos años (no recuerdo bien los detalles) hicieran una caja que permitiera ver a sus súbditos sus actos a distancia (inventar la televisión) simplemente no pudieron. Fue Maxwell que gracias a en sus ratos libres pensar en lo que serían luego las leyes del electromagnetismo abrió las puertas para inventar no sólo la televisión, sino también el monitor que estoy usando para escribir esto. Se llama ciencia base. Y algo muy parecido ocurre con los contenidos. Todo suma, en mayor o menor grado y tendemos a confundir valor con precio, lo cual es de, bueno, ya sabes de qué tipo de gente es. Ojo, y me incluyo, pues yo lo confundo con frecuencia. Es posible que todos tengamos que hacer un ejercicio de introspección y reconozcamos con honesta humildad que no somos para tanto y seríamos aún mucho menos sin todos los que nos han precedido y contribuido de una manera u otra.
Me recuerda a este vídeo:



Comentario de alguien en Facebook:
La propiedad intelectual existe, más allá de los devenires históricos explicado por Javier. Si no, Javier, andá a discutirle a Quino ( o a sus herederos) o al resto del mundo, quién inventó a Mafalda. (Si me decís la sociedad, me estás chamuyando).
Si nos enredamos en devaneos intelectuales, terminamos en una obviedad: Claro que lo que estoy creando es producto de lo que el medio me proporciona en conocimientos... Esa línea de pensamiento, sí no me parece nada creativa y lo que más se asemeja es a ciertas ganas de llamar la atención a toda costa, aunque el que la esboce sea un ensayista... Un ensayista que le importa un rábano la subjetividad humana y está más empeñado en hacerse amigo de los mercaderes que todo lo estandarizan, o peca de ultrahippie. Por que es el sujeto el que organiza ese conocimiento y genera un objeto determinado, para que el resto de la sociedad lo goce. Y hay gente que se dedica pura y exclusivamente a diseñar la silla donde nos sentamos más cómodos que en la edad de piedra, a leer un libro escrito por una poeta o novelista que te somete a su ficción placenteramente. Yo no me arrogaría ser inventor o el artesano de tamañas creaciones y la tomaría como propiedad social. Por supuesto que el escritor combina la estructuras que toma del medio (obvio), pero no cualquiera puede ser poeta.
¡Es más , Javier, si intentás rebatir estas ideas, con el esfuerzo que me costó hilvanarlas voy a creer que sos dueño de esa “Natura”, o como se llame… ¡ (Ja!)

Mi respuesta:
Cada cosa tiene su valor, efectivamente: El problema, como ya dijo Machado es "SER NECIO Y CONFUNDIR VALOR Y PRECIO":

Aquí un ejemplo. Es indiscutible que A. Machado "inventó" esta frase (apoyado en el devenir cultural, claro), pero ya pertenece al dominio público, representa un bien social; sería tan injusto que tuviera que pagar por usarla como que A. Machado no hubiera podido vivir de su trabajo:

Si Machado o cualquiera tiene el sustento asegurado, de manera justa y proporcionada para poder llevar una vida decente, activa y dedicada a su vocación. Si pudiera ofrecer con el fruto de su trabajo (labor que desempeña: pensar , pintar, barnizar, limpiar, arreglar, componer, dibujar, machacar, escribir, descargar…), mantener y educar propiamente a sus hijos, disponer de los medios para tener ocio y algunas comodidades comedidamente necesarias; no sería tan "ineludible" que el planeta entero luchara por los derechos de autor, el copyright, el esto es mío, tú no me lo quitas, llevo toda la vida trabajando como un esclavo, cuarenta años cotizando para esto, me he quedado sin empleo porque mi jefe no quiere pagarme, los banqueros se forran a costa de nuestro impuestos, los políticos…

¿Y que pasa con el beneficio de la venta de una idea? Se redistribuye, se re-invierte en generar infraestructuras, marcos apropiados para que toda persona de este planeta pueda elegir su vocación y su modo de vida; y si no lo tiene claro, la posibilidad de encontrarla sin tener que llevar una vida gris.

¿Y quién aprieta tornillos en una cadena de montaje o limpia letrinas? Precisamente todo el excedente que supone el resto de los beneficios, una vez que los "artistas", artesanos, inventores, creadores, organizadores de ideas del acervo cultural, DJ's, científicos, etc. vivan de lo que su TABAJO le proporciona; todo ese "excedente" se estaría utilizando en desarrollar la tecnología para llevar una vida ausente de imposiciones (es posible y está demostrado que YA se puede, pero NO INTERESA acceder a nuevas tecnologías limpias, sostenibles y duraderas).

En fin que eso de los derechos de autor es, aunque en un principio fue un medio de ayudar a los creadores/desarrolladores a vivir de su trabajo, hoy en día es la herramienta especulativa más diabólica que tienen los poderosos para seguir manejando nuestra diminuta existencia.

Por mucho que lo quieran impedir la ciencia y la tecnología nos hace cada vez un poquito más libres…Y SU NUEVO METODO DE ESCLAVITUD ES LA DEUDA Y LA PROPIEDAD INTELECTUAL.




Continuara...



(Los comentarios ajenos los he transcrito al pie de la letra, sólo he ajustado algún que otro acento)




miércoles, 18 de julio de 2012

El científico, su hijita y el mundo





El otro día oí un cuento y lo he transcrito con mis palabras:


«Un científico empecinado, enfrascado en su trabajo hasta el agotamiento con el fin de descubrir la fórmula magistral que acabaría con la injusticia en el mundo, escucha como su hijita pequeña llama a la puerta del laboratorio después de varios días de esperar a que saliera. Necesita de él y echa en falta jugar con su padre, que parece tan ausente y distante que empieza a creer que ya no la quiere.


El científico/padre, ante la insistencia de la niña reclamando su atención, abandona su trabajo con impaciencia por volver a concentrarse en su apremiante tarea —el mundo necesita cuanto antes que descubra lo que busca, piensa él.


La niña al ver que sale, le recibe con una sonrisa enternecedora y el científico olvida por un instante sus empeños. En el profundo mar de los ojos de su hija advierte la felicidad misma y un fogonazo de intuición le conmueve profundamente…


A pesar de ello, el científico siente el pellizco de la impaciencia y se le ocurre dar a su hija un quehacer pasajero para que le libere de su responsabilidad de progenitor un momento más, pues la humanidad espera sus hallazgos, y es imprescindible que la sociedad cambie: Su hija, sus seres queridos y todas las personas honradas de este mundo precisan de su fórmula.


Busca una revista y arranca su portada; en ella figura la foto del planeta azul donde vivimos. La recorta en pedacitos a la manera de un tosco puzzle y revuelve las piezas. Se las entrega a la niña y le pide que recomponga la foto del mundo. Él sabe que por ser tan pequeña no ha visto todavía ninguna foto del planeta, y por eso le llevará un buen rato ordenar las piezas; si es que lo consigue.


La niña se va ilusionada mientras el padre se abstrae de nuevo en su búsqueda frenética. Cuando por fin se pone la pequeña a ordenar las piezas, y descubre que no conoce el mundo…


Al momento la niña vuelve y toca la puerta con entusiasmo. El científico contrariado por la rapidez de su regreso, sale y la ve con el puzzle completamente acabado: la foto del mundo restaurada con exactitud.


El científico/padre asombrado por la facilidad con que su hija ha ordenado las piezas, le pregunta a la niña cómo ha sido capaz de resolver el rompecabezas, si antes no había visto nunca una imagen del mundo. Ella, con una sonrisa en los ojos y emocionada, le contesta que en la parte de atrás de los pedacitos de la foto del mundo creyó reconocer la imagen de un hombre, y como ella sí conoce bien esa figura, lo que hizo entusiasmada fue arreglar la foto del hombre; y así consiguió arreglar el mundo.


El padre/científico, al escuchar tal razonamiento, paró de trabajar asombrado y conmovido para reflexionar en la sencillez de la solución de su hija; y por las implicaciones que resultaron, por tanto, con su búsqueda.»









martes, 13 de marzo de 2012

martes, 31 de enero de 2012

La Ilusión en la mesilla de noche



Un día la Ilusión llega y se instala en tu mesilla de noche, y como una pequeña lámpara alumbra en el crepúsculo el nacimiento de la Vocación. Una fuerza necesaria que te impele a transformar y comunicar energía creativa. Que te ayuda a sobrevivir y da sentido a tu paso por el tiempo.

Sin escatimar esfuerzos, sin trabajar, sino como jugueteando, alimentas y ves crecer aquella primeriza Vocación que se va convirtiendo en proyecto vital. Incluso la propia Voluntad se hace aliada de tu resolución. Se aúnan las esperanzas de proporcionarle lo preciso para que alcance la madurez, a esa circunstancia que es reflejo de ti mismo, con un afán sincero de entrega; sin recoger a cambio más que la sensación de la tarea bien hecha y algún día quizás terminada.

Con el pasar de los años y la superación de todo tipo de pruebas, retos y dificultades, y con el disfrute de alegrías y satisfacciones caes en la cuenta de que toda actividad, empleo o dedicación es fruto de la necesidad de mantener tu Vocación, de procurar que lo que te da la vida se conserve intacto y sano. Al tiempo, el vecindario y la gente de otros barrios cercanos sonríe, y se congratula de tu gracia al verte pasear apacible, acompañado de tu creación, de tu guía, de tu horizonte. De tu esperanza en un mundo posible en la prosperidad compartida…

Cuando un río lleva agua, canta un rumor que se eleva y flota sobre pueblos y campos, que se convierte en nubes que ofrecen su tesoro a todo lo que quede bajo su sombra; a la tierra que nos sostiene y a cualquier ser viviente que demande su atención. Pero la codicia y la ambición merodean siempre donde hay cosechas abundantes o se atisba beneficio fácil y cuantioso.

Alguien o algo se encapricha de tu sueño. Lo ve útil; lucrativo. Te ofrecen a cambio lujos, fama, ocio, vicios exquisitos. Te facilitan sin pedirlo servicios, amistades y esbirros que harán tu trabajo por ti mientras ves engordar tu Vocación. Te muestran un futuro aparentemente deslumbrante y de éxitos sin esfuerzo. Llegan a cerrarte caminos, te ponen trampas, bloquean puertas para que definitivamente entres en su redil. Pero una vez más, la intuición de los que luchan por su sueño sin más motivación que la de aprender, disfrutar con la creación y comunicarse compartiendo sus pequeñas certezas, te avisa y te arropa para evitar el gélido hálito de ese abismo que necesita engullirnos para alcanzar el dominio despótico de todo lo puro y peculiar de las personas, y erigir un orden oscuro y absoluto...

Y al fin te niegas: La experiencia de cuidar de algo tan valioso te ha cedido habilidades, nociones y pequeños saberes que ayudan a ser libre. Te ha enseñado que tu propia Vocación es importante, pero aún más mantenerla con vida y a salvo de negruras que corrompen y matan poco a poco. Paulatinamente has ido asimilando el valor del trabajo en equipo. Has requerido ayuda en ciertos momentos y se te ofreció por que respetaban tu coraje y tu empuje. Encontraste inversores modestos que confiaron en tu visión porque eras un humilde ejemplo a tener en cuenta , una fuente de ideas, un caudal de preguntas que encontraron respuestas válidas para cualquier curioso.

Respuestas que ahora es necesario comunicar, o se pudrirán en el olvido, en una jaula de oro. Respuestas que al reinvertirlas, al replantarlas y mimarlas entre muchos se han convertido en un Sueño Colectivo, que ya no podrá caer fácilmente en manos de cualquier ansioso con ambición y egoísmo desmesurados. Que conformará junto a muchos otros sueños compartidos un arma imbatible que derrotará el inmovilismo, la pedantería del poder individualista, la estrechez de miras y la avaricia. Que barrerá la codicia corrompida y mojigata que quiere despojarnos de las cosas limpias y valiosas para todo el mundo, no exclusivas de unos pocos falsos merecedores de privilegios por nacimiento, circunstancias favorables o golpes de suerte encontrados con falta de escrúpulos o insolidariamente.

Respuestas que se basan en la libertad de elección. En la posibilidad de forjarnos un futuro a medida de nuestras necesidades y no de las directrices de mercaderes adictos a la acumulación. Encontradas en la conciencia más profunda y primordial de la comunidad que formamos; y que están fundadas sobre la mesura y la responsabilidad con nuestro entorno más cercano y que como algunas partículas subatómicas, se activan por simpatía en horizontes no cotidianos.

Una ilusión, una vocación, un proyecto. Trabajo previo, la siembra con ayuda, recolección en comunidad. Separar el grano y replantarlo, nuevas cosechas pero ya de todos. Y todo por un sueño que nace en la intimidad de la individualidad, a la luz de la pequeña lámpara de una mesilla de noche.