jueves, 28 de julio de 2011

Autor Fórmula

Cuando un sistema de remuneración esta montado sobre una estructura económica en la que se discrimina a los trabajador@s que no cuadran con el modelo impuesto-establecido por los intereses dominantes, lo único que se genera es un feedback por el que la desigualdad, fomenta más incapacidad en los desfavorecidos para alcanzar derechos básicos. 


En la industria cultural y en particular en la música, los estándares comerciales son creados a partir de éxitos dudosos de ciertos productos, que se divulgan por los medios y generan en el público una falsa noción de lo que tiene valor artístico real y la necesidad ficticia de conseguirlos. 

Esta cadena provoca que sólo l@s profesionales que adapten su talento y esfuerzo a reproducir tales modelos (ej. radiofórmula) serán aceptados, mientras cualquier iniciativa alternativa o diferente, sea rechazada por los empresarios que manejan el monopolio de las ventas, y por la inmensa mayoría de usuarios que optan por lo que esté de moda. 

Los creadores que no sepan, no quieran o no puedan pasar por ese aro, quedan automáticamente despojados de sus derechos y oportunidades, en favor de los que han claudicado, los que apoyan el sistema por interés o los que no tienen una visión clara del asunto (engañados). 


Los "artistas" consolidados, los gestores de la élite y los políticos anuentes, son los máximos defensores del actual sistema de derechos, que sirve, no sólo para premiar a los de la tribu de favorecidos y perpetuar sus posiciones y privilegios (ej. voto según tus ingresos, sueldos desorbitados), sino, peor aun, desviar fraudulentamente fondos destinados a l@s trabajador@s y al fomento y desarrollo de la cultura y la industria sostenible. 

RENTA BÁSICA. Cobras por lo que eres (preparación) NO por lo que generas.









1 comentario:

Anónimo dijo...

El problema está que dentro del negocio cultural mercantilizado solo se crea "chatarra cultural". La innovación, la creatividad,la libertad artística... está fuera de su orden establecido. Por eso os temen, os discriminan, os relegan.
Pero teneis herramientas sufucientes para que la ciudadanía reconozca, valore vuestro trabajo, lo considere un preciado bien social y sepa recompensarlo...

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